Segunda estrella a la derecha. Aparte las nubes si lo precisa, si no le dejan ver el cielo.
Es el cielo en el que todos soñamos cuando cerramos los ojos cada noche.
Cada sueño es cambiante, como cada durmiente.
Cada durmiente es dueño de su libertad en sus salones de baile.
Y empuñando las agujas, con un pie en el sueño y otro en la vigilia, encontramos a Fidel David y su obra.
Entre puntillas y organza. Entre seda y terciopelo.
Cada diseño abarca un concepto, donde la imaginación danza libre a su compás.
Únicos, como cada puntada.
Inspirados y atrevidos, como la mente de los insomnes.
Levante la tapa de la caja de música y abra bien los ojos.
Los sueños se hacen tela y ven la luz del día.